Fecha: 2 de abril de 2023.
Después de comer en Cariñena, pasamos por delante de Belchite.
Nos llamó mucho la atención las vistas desde la carretera de Belchite Viejo y paramos a ver.
Está en un recinto cercado y solo se puede ver con visita guiada. En pocos minutos comenzaba una, de modo que, compramos por internet la entrada. Son 8€ por persona ( era mucho más rápido que acercarse a la Oficina de Turismo y enseñando la entrada en el móvil, vale).
Aquí se dio uno de los combates más duros de la Guerra Civil española. Dejó 5.000 muertos, un pueblo arrasado y una huella que todavía hoy es visible en sus ruinas que en la actualidad es símbolo de la importancia de la paz.
Tras el fin de la guerra, fue despoblándose a medida que sus gentes se trasladaban a Belchite Nuevo. Las ruinas que hay hoy son mucho mayores que la que dejaron los combates al no cuidarse las viviendas, o bien los propietarios que se llevaban parte de los materiales para su nueva casa, o por saqueos.... Durante el recorrido de la visita hay paneles con las fotos del antes y después.
Paseamos por sus calles.
El Monumento a los Caídos.
En él hay combatientes de ambos bandos. Antes era un depósito para prensar olivas y hacer aceite, pero durante el asedio se utilizó como fosa común improvisada.
Iglesia de San Martín de Tours.
Construcción del S.XV.
Natalio Baquero nació en el Pueblo Viejo. En 1964 fue de los últimos habitantes que lo abandonaron. Él fue quien escribió la famosa coplilla que se encuentra en la puerta de la iglesia de San Martín: “Pueblo Viejo de Belchite/ Ya no te rondan zagales/ Ya no se oirán las jotas/ Que cantaban nuestros padres”.
Este templo fue refugio y hospital de sangre durante la contienda. Tras la Guerra Civil sólo pudo celebrarse en él una misa, puesto que había quedado muy dañado por los disparos. En su cripta estaba enterrado el duque de Híjar, pero hace unos años descubrieron que el ataúd estaba vacío.
También estuvo Iker Jiménez para grabar algún programa de Cuarto Milenio. Espeluznante!
El convento pertenecía a la orden religiosa de las Dominicas de San Rafael, teniendo su origen en un beaterio fundado en 1711 en Belchite. Según Orlando, el convento fue inaugurado el 2 de enero de 1781, abriéndose las escuelas públicas para enseñanza de niños pobres el 24 de septiembre del mismo año. El edificio de la iglesia formaba parte del convento que estaba integrado por las dependencias conventuales, el colegio, la citada iglesia y un cementerio.
Durante la última guerra, el edificio quedó afectado, construyéndose después de la misma un nuevo convento en el pueblo nuevo.
Estaba en muy mal estado. La fachada se podría caer en cualquier momento y apenas se puede apreciar en la foto.
justo en el centro de la población nos encontramos con la Plaza Vieja donde se alza una Cruz de los Caídos levantada por los prisioneros republicanos pertenecientes al campo de penados. La cruz se colocó en el mismo lugar en el que fueron incinerados los caídos de ambos bandos.
Al otro lado se alza la Torre del Reloj, de estilo mudéjar. Data del S.XIV.
Prácticamente el único resto que queda en pie de la iglesia de San Juan. El reloj se le puso después. Es Bien de Interés Cultural en categoría de Monumento desde el año 2001.
Convento de San Agustín.
El convento perteneció a la orden de los Agustinos Ermitaños. Esta orden religiosa estuvo presente en Belchite probablemente desde el siglo XIII, siendo custodios de la ermita de la Virgen del Pueyo, lugar donde tuvieron un monasterio hasta 1597, momento en que se trasladaron a la villa.
Merece la pena hacer la visita guiada. El guía lo cuenta todo muy bien. También hay una visita nocturna para valientes.
Y ahora sí que continuamos el viaje hasta la comarca de Matarraña, también llamada la Toscana Española.























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