Fecha: 3 de abril del 2023.
Llegamos a Beceite por la noche. Cenamos en el Bar La Plaza un plato combinado y una hamburguesa. Muy barato.
Nos alojamos en la Fonda Urquizu. Habitación y baño muy pequeños pero para dormir, nos vale. Además estaba incluido el parking y el desayuno.
El pueblo de Beceite se corresponde con la legendaria Intibilis romana y la hispano musulmana Abunzeit (tierra de olivos). En él parece haberse detenido el paso del tiempo: las calles se cubren con amplios arcos apuntados mientras acompaña al viajero el sonido calmado del agua que discurre, desde la Edad Media, por los canales subterráneos y se asoma por las fuentes y los lavaderos. La villa estaba formado por dos arrabales: Zeit y Benet, al unirse, a mediados del siglo XII, darían lugar al nombre actual de la localidad.
Beceite es la única zona de la comarca del Matarraña en la que está documentada la presencia de la Orden de los Templarios.
Salimos a pasear y tomamos unas fotos nocturnas de Beceite. Es igual de bonito que a plena luz del día.
Y diurnas:
Portal de San Roque.
En Beceite se conservan la gran mayoría de los portales, siguiendo el antiguo alineamiento de sus murallas del siglo XVI
El Portal de san Gregorio era una de las entradas antiguas a la ciudad, la que iba a Valderrobres. Se cree que fue reformado en la primera mitad del siglo XIV quedando un portal apuntado de estilo gótico. En el día se su festividad, se abre la capilla de madera mostrando el santo.
Hay que traspasarlo hacia el interior del pueblo para darse cuenta de su forma de codo que nos muestra el carácter defensivo del portal.
Portal de Villanueva.
Situado en el mismo casco urbano de Beceite, la Font de la Rabosa es un paraje creado por el río Matarraña sobre roca caliza.
La erosión forma una gran piscina donde refrescar los calurosos días de verano o deleitarse contemplando una bonita postal acuática.
Se encuentra fácilmente, al lado del restaurante La Rabosa.











































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